Aventuras en gran formato

Como muchos ya sabéis, hace meses decidí vender todo mi equipo digital y volver a la fotografía analógica. No es un camino sin retorno, ni un reniego al mundo digital. Mucho menos una apología de la lomografía (espero no contagiarme nunca y acabar haciendo fotos de pies y tazas de Starbucks). Es la necesidad de buscar sensaciones olvidadas en un mundo virtual, impersonal y aséptico. Un mundo en el que hemos perdido esa cualidad manual y artesanal de la fotografía, esa pequeña parte que robamos del todo que es la fotografía.

No quería quedarme en los 35mm de mi antigua reflex, así que mi duda estaba entre el formato medio y el gran formato. Como siempre he sido un poco exagerado, podéis imaginar por qué me decidí…

Mi primera adquisición fue una Graflex Speed Graphic. Una «pequeña» joya de la historia de la fotografía. Una cámara de placas americana de 4×5″ (10-12cm) que acompañé con un objetivo de Kodak, el Aero Ektar 178mm f/2.8 y un Wollensak 135 f/4.5. Prometo un post para profundizar un poco más en esta cámara y en la fotografía de gran formato, pero de momento lo vamos a dejar aquí.

Hace algún tiempo «descubrí» algo maravilloso. Una técnica llamada colodión húmedo, que consiste en un soporte de vidrio, metal, etc. sobre el que se vierte una emulsión de nitrocelulosa disuelta en éter y alcohol a la que se le añaden unas sales. Todo esto, se sumerge en un baño de nitrato de plata y ¡¡Tachán!! Tenemos una película sensible a la luz. Los resultados son impresionantes y el proceso en sí mismo fascinante. Lo que hace diferente a esta técnica es que podemos crear directamente imágenes positivas sobre una gran variedad de materiales (en realidad son negativos subexpuestos pero sobre un fondo negro se convierten en positivos). Tampoco voy entrar a describir con detalle el proceso en este post. Lo dejaremos para más adelante porque sería interminable de leer. Como habréis supuesto ya, es una técnica muy cara y delicada, pero las mayores limitaciones a las que nos enfrentamos son:

– Solo disponemos de unos 10min para verter el colodión, sensibilizarlo, exponer la fotografía, revelar y fijar. Porque todo esto tiene que ocurrir antes de que se endurezca la película. Por tanto, si se quieren hacer trabajos de campo debemos llevar un cuarto oscuro con nosotros. 

– La segunda limitación está en el tamaño de la placa. Un ambrotipo positivo (sobre vidrio) o un ferrotipo, aluminotipo… (sobre metal) son imágenes que «no se pueden» reproducir. No es un negativo (los ambrotipos sobre vidrio transparente sí pueden serlo) que después ampliamos, son imágenes únicas. Lógicamente, éstas pueden ser escaneadas o fotografiadas y los ambrotipos negativos imprimidos por contacto, pero ya no son la fotografía original. Por tanto, ante la imposibilidad de ampliación el tamaño de la cámara y la cobertura del objetivo tienen que ajustarse al tamaño de la placa que deseemos obtener. Y aquí es donde entra en juego el dinero si lo tienes o la imaginación y el trabajo si no es así.

Yo no quería limitar mi producción a las placas de la Graflex 4×5″ (10x12cm), ni quedarme en el típico 8×10″, pero no tenía 9000€ (o más) para encargar una cámara del tamaño que yo quería. Tampoco 6000€ para comprar un objetivo clásico que cubriese 28×28″ (70-70cm). Así que tocaba echarle imaginación, mucho trabajo y muchísimo tiempo para construir la cámara yo mismo. Tampoco ha sido un proceso barato, pero sí mucho menor que este presupuesto. No me quiero olvidar del objetivo y de las interminables horas y días delante del ordenador en busca de uno que se ajustase a mis necesidades.

Ahora que he terminado, creo que no cambiaría esta experiencia por nada del mundo, pero he de confesar que muchos días hubiese hecho una barbacoa con la madera en lugar de una cámara. Han sido unos meses de doce horas de trabajo diario y extenuante para poder tener la Rosebud 28×28″ acabada. Pero espero que me de muchas alegrías.

Las dimensiones de la cámara son: 1,60×1,20×0,90 m

Y ya que estábamos en faena y con algo de madera que me sobraba he hecho una más pequeña, para placas de 14×14″ (36x36cm) de la que, en un futuro, os enseñaré fotos del proceso de construcción y con información al detalle por si os animáis a hacer una vosotros mismos.

Un saludo a todos ¡¡Nos vemos en el siguiente post!!